Saber relajarse es muy importante, nosotras en el aula, lo vemos contunuamente. unos minutos de relajación son suficientes para que los niños retomen sus actividades con energía renovada y con una mayor atención.
os pongo a continuación unas pautas para trabajar con vuestr@s hij@s la técnica KOEPPEN.
La técnica de relajación de Koeppen consiste en ayudar
a los niños a identificar sus diferentes grupos
musculares y aprenden a tensarlos y destensarlos. Esto hará que, por un lado, tengan un estado más
elevado de relajación y que, por otro lado, si están en un momento determinado
sintiendo ansiedad, puedan relajarse con le técnica de forma rápida. Es fácil
de aprender y puede entrenarse desde edades muy tempranas.
Calmados y tranquilos
Como adultos, sabemos que hay momentos de nuestra vida
en los que parece que todo se desborda. No sabemos cómo enfrentarnos a momentos
puntuales de estrés, incluso hay épocas que nos generan especial tensión.
Contamos con herramientas que hemos ido aprendiendo a lo largo de los años, que
nos hacen tener mejores habilidades y que sea más fácil enfrentarnos a todo
aquello que va ocurriendo. Sin embargo, por muchas herramientas que tengamos,
hay momentos en los que sufrimos ansiedad. Si esto es así en un adulto, es aún
más fácil que aparezca en niños, que aún no tienen la experiencia de los años.
Mediante la relajación de Koeppen, podemos ayudar a
los niños a detectar cuándo están sintiendo ansiedad para así disminuirla. Esto
hace que la tensión emocional que también puedan sufrir, baje. De esta
forma, alcanzan un mayor conocimiento sobre su
cuerpo, sobre sus emociones y sobre cómo
influye el entorno en ellos mismos. Ganarán seguridad y valía.
La relajación de Koeppen se hace de la siguiente
forma:
1. Explicación
Se les explica a los niños que se va a realizar un
juego, para que aprendan diferentes formas que tiene su cuerpo de trabajar y
actuar. Y, que este juego, tendrá varios juegos pequeños dentro. Estarán
sentados o tumbados, en un sitio tranquilo y sin ruidos.
2. El juego del limón
Con este juego, trabajarán los grupos musculares de
las manos y los brazos. Se le indica que debe imaginar cómo aprieta con una
mano un limón para que salga todo el zumo durante unos segundos. Después que lo
debe dejar caer de su mano. Se hace primero con una mano varias veces y después
con la otra.
3. El juego de la tortuga
Aquí se trabajan hombros y cuello. Explicaremos al
niño que es una tortuga que está muy tranquila, pero que de pronto pasa un
animal que les da miedo, y que deben esconderse dentro de su caparazón,
haciéndolo con sus hombros y su cuello encogidos. Después el peligro pasa y
ellos salen. Así varias veces.
4. El juego del barro
Para trabajar las piernas, lo ideal es imaginar que se
mueven por un sitio lleno de barro que les impide andar. Después andan por un
sitio sin barro.
5. El juego del chicle
Deben imagina que mastican un chicle muy grande, y que
después ese chicle ya no está. Haciéndolo varias veces, logran relajar la
mandíbula.
6. El juego de la mosca
Si queremos que relajen la cara, les diremos que hay
una mosca que se va posando en su nariz, su frente, sus ojos y su cara. Para
espantarla, deberán intentar tensar y mover esas zonas.
Los niños aprenden diversas formas de relacionarse
cuando son pequeños. Esto lo llevarán a la etapa de la
adolescencia y cuando sean adultos, lo
que les ayudará a enfrentarse mejor al mundo. Aprender en la infancia cómo
relajarse o cómo gestionar sus emociones, hará que fluyan mejor en el futuro y
se relacionen de una forma más tranquila.
ánimo a tod@s, ya queda menos y besicos a vuestr@s peques.
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